En calle Bazán y Bustos esquina Lamadrid, inspectores del municipio capitalino detectaron una ambulancia que pertenece al hospital Eleazar Herrera Motta de Chilecito, la que estaba estacionada con un paciente en su interior. Los responsables se fueron de compras, el vehículo fue retenido, mientras que el paciente fue trasladado al hospital Vera Barros.

Cristian Cortez inspector municipal dijo que se encontraba realizando un despeje en la vía rápida cuando se dieron con una ambulancia estacionada y en su interior se encontraba una persona mayor identificada como Ricardo Flores de 80 años de edad, quien se encontraba con suero y tenía sed, por lo que los inspectores le dieron de beber agua.

El vehículo dominio IZI 242 afectado al servicio de traslado de pacientes, perteneciente al hospital Eleazar Herrera Motta de Chilecito quedo demorado, mientras que el paciente fue trasladado al hospital Vera Barros.

Esta situación fue observada por personal policial de tránsito que se acerco hasta la ambulancia porque estaba en infracción, ya que la misma había quedado estacionada sobre una vía rápida. Fue entonces cuando tomaron conocimiento de que en el interior de la ambulancia se encontraba un paciente de 87 años de edad, encerrado, sin nadie responsable que velara por su cuidado y atención.

Luego de transcurrido un importante periodo de tiempo, más de una hora, y después de que la ambulancia de Emergencias 107 del Hospital Vera Barros lo llevara al mencionado nosocomio para su atención, finalmente llegaron los choferes chileciteños, que al ser interrogados por efectivos de la policía que trabajaron en el lugar, no supieron dar explicaciones concretas sobre su accionar y fueron demorados; quedando a la espera de que un juez determine que ocurrió realmente.

Luego, ya con más tiempo para pensar, estos personajes sostuvieron que “fuimos a una farmacia a comprar unos remedios para este paciente”, aunque justamente a su llegada no tenían remedios.

La gente presente en ese momento, ocasiones transeúntes, manifestaron su indignación y malestar por una situación totalmente irresponsable y desalmada.