“Hubo personal que rindió concurso, que dejó otros cargos, apostando a lo que sería un hospital "modelo", y que hoy se sienten estafados por la improvisación y la indignidad a la que son sometidos”.

La diputada provincial apoyó a los profesionales que llevan 12 días de paro por la crisis del sector, y repudió la intolerancia y maltrato del gobernador y ministro hacia los trabajadores. “La gente se nos muere, por la improvisación de este Gobierno”, lamentó.

Tras casi dos semanas de medidas de fuerza, Inés Brizuela y Doria manifestó preocupación por la situación que atraviesan los profesionales de la salud de La Rioja y la decadente política del sector.

“Damos todo nuestro apoyo a la lucha que llevan adelante, que no es solo salarial, sino por insumos, medicamentos básicos, condiciones laborales dignas y por el sistema de salud en general, que hace años no tiene una política seria”, enfatizó.

Luego condenó la intolerancia del ministro de Salud, Marco Perera -que trató de vagos y cobardes a los trabajadores-, y la indiferencia del gobernador “ante una situación acuciante”. “Beder Herrera no tiene plata para atender la demanda salarial, ni bono navideño, pero sí para montar una "interna" que costará millones de pesos a las arcas del Estado”, fustigó.

Crisis profunda

La diputada provincial aseguró que los problemas por los que reclaman hoy los profesionales nucleados en APROSLaR, son parte de una situación más grave: “la Provincia no tiene, directamente, sistema de salud, hay una crisis muy profunda que afecta como siempre a los sectores más vulnerables”.

También se refirió a los “precarizados del hospital Materno Infanto Juvenil, a quienes se les mintió sobre las condiciones laborales”. Detalló que “hubo personal que rindió concurso, que dejó otros cargos, apostando a lo que sería un hospital "modelo", y que hoy se sienten estafados por la improvisación y la indignidad a la que son sometidos”.

Finalmente repudió con encono la aplicación del llamado decreto Cavero “es totalmente incoherente que un gobierno que se dice "del Pueblo" amenace con una norma inconstitucional, que echa por tierra las conquistas laborales de los trabajadores, usándolo como herramienta de apriete y de disolución del reclamo”.