El padre Enrique Martínez encabezó el tradicional tedeum del 25 de mayo en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús. Entre los asistentes a la celebración religiosa estuvieron el Vice Intendente Cr. Guillermo Aguilar, su esposa Verónica Carrizo, Diputado Roberto Klor, los concejales Marisa Coy, Elio Fernández, Ariel Guzmán, Julio Palacios, Mirta Jaime, Miguel Pedone, Defensor del Pueblo Romero, y gran parte del gabinete municipal, directivos docentes.

El Padre Enrique “kike” Martínez, dijo en su homilía “queridos hermanos, en esta evocación del primer grito de libertad, que luego de un proceso de 6 años, que va a culminar con la declaración formal de independencia en Tucumán, lo cual nos muestra la dificultad, el camino largo que hubo que recorrer para formar un País todavía que va quedando con deudas de entendimientos, de dialogo y comprensión”.

Dijo que “a veces no nos amamos a nosotros, pensamos que valemos pocos, y de hecho sin Dios balemos nada. Pero Dios nos hace valioso porque nos ama, es el amor de Dios que nos constituye en grandes, de ahí el respeto por la vida”.

Para el Cura Párroco Martínez “todo hombre tiene un proyecto de Dios, que debe desarrollar para ser feliz”.

Menciono la carta del Papa Francisco al Presidente Macri, en la cual evoca la fecha Patria de “valorar el esfuerzo de tanta gente que entrego su vida por la causa de la libertad, que nosotros ahora vallamos saldando nosotros la diferencias que nacen a veces de la falta de respeto, porque tal vez no nos respetamos nosotros mismos, reconocer en nosotros la grandeza de Dios, para poder valorar también en el corazón de otro la grandeza que Dios regala”.

“Hay una tradición fundante de la riojaneidad en el Tinkunaco, los Allis que son los herederos de los indígenas, llevan una bincha con un espejito, muchos piensan que es un adorno, y en realidad es una enseñanza de humanidad profunda, porque al mirar el rostro del indígena el Español, ve en el espejo su propio rostro, y que lindo pudiera ver el reflejo de nuestro rostro, en los rostros de los demás, cuando nos miramos con la mirada de Dios, valorar todo lo que él hace en nosotros, poniéndonos a disposición de ese proyecto suyo, de construir en el amor, en la verdad y en la justicia, la Paz verdadera, que es el signo del reino de Dios entre nosotros”.

“Y hace poquitos días celebramos a Santa Rita, con un gesto de fe profundo, sencillo, y emocionante realmente, ver la cantidad de gente que nos congregamos para caminar, siguiendo los pasos de esta santa que nos habla precisamente de estos valores heroicos del perdón y la misericordia. La madre que ofrece la vida de sus hijos, antes de verlos manchados de sangre de hermanos”.

Para finalizar, el Padre Martínez pidió “las fuerzas necesarias para construir esa patria fraterna de hermanos”.